Amanece y no es poco,
cuando hay huellas
que eligen quedarse
a dormir en su piel.
Inevitablemente,
todo pasa a ser pasado,
salvo aquel instante
que se rescata del tiempo
para hacerlo eterno.
Entonces,
cada diez campos
florecen girasoles
y un manojo de sueños
se posa en sus ojos.
Le dicen,
sólo es uno más
y le permiten dormir
quimeras en su pecho.
Que hagan silencio los sauces
y no lloren sus penas.
No temas,
el amor no envejece
te encuentra siempre
distraído
con los dedos entrelazados
y un manojo de sueños,
suyos, tuyos,
nunca prestados.
Bajo el alero que tapa los inviernos
quedaran planetas de colores
dibujados en aquel mes de enero
desde la roca donde siempre
le esperas.
El viento no calla
se acuesta en su ausencia
y sobre el lado izquierdo
sollozan las sombras.
Vuelven a calzarse sus ganas
pero el insomnio le pierde
y en su recuerdo se queda.
Del lado derecho,
su corazón.
Amanece y no es poco.
Autora: Mariana Regueiro.Ariel
Madrugadas de Enero by Mariana Regueiro Ariel is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en https://vuelvoamimar.blogspot.com.es/2018/01/madrugadas-de-enero.html.
No hay comentarios:
Publicar un comentario